Nueva contribución por volar en el cielo mexicano

El nuevo cobro, en vigor desde el 1 de enero, pone a los operadores de la aviación privada y comercial en la disyuntiva de elegir cómo estrenar el gravamen: pagar por kilómetro, siguiendo trámites burocráticos, o pagar una nueva cuota fija, que puede ser de 70, 100, 150 o 2 mil 780 pesos en función de la envergadura del avión (distancia de la punta de un ala a la otra) en cada carga de combustible. Pablo González Sada, propietario de la compañía de taxis aéreos Asertec, dijo que la alternativa de pago por kilometraje es un 35 por ciento más costosa que el esquema utilizado con un sobreprecio en el combustible hasta el 2004. Esa vía ocasionará mayores gastos burocráticos cada mes ante el SAT, los bancos y el Servicio de Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano. El empresario indicó que la segunda opción de cuota fija en cada carga de combustible evita la burocracia porque el derecho pagado lo incluiría la factura de combustible, pero el costo sería 250 por ciento mayor con respecto al esquema de sobreprecio en el combustible usado hasta el año pasado. Edmundo Valdés, administrador del Aeropuerto del Norte, dijo que lo peor de la nueva medida es que bajo cualquiera de las dos alternativas, las autoridades fiscales ni siquiera cuentan con formatos para el pago. Explicó que obtienen recibos provisionales que expiden los aeropuertos sólo con fines de comprobación. Los propietarios coincidieron en que la aviación pequeña sufre mayores costos por el nuevo derecho, pero en la aviación comercial tendrá menor impacto y, en algunos casos, hasta beneficio. Jordi Centellas, director de planeación de Aviacsa, estimó que esa compañía sufrirá sólo un aumento del 3 por ciento en sus costos operativos, e indicó que estudian la posibilidad de absorber ese costo o trasladarlo a los viajeros. Fuente: InfoSel Financiero